Sistema de amortización ¿Cuánto tengo que pagar al mes?

La cuota mensual depende de tres factores: el importe del préstamo,
el tipo de interés y el plazo. A mayor plazo, menor cuota. Recuerde
que lo que debe buscar es la comodidad en el pago pero sin caer en el error
de alargar el plazo más allá de lo estrictamente necesario.





Diferentes tipos de cuotas

Según la periodicidad del pago se pueden distinguir varios tipos de
cuotas: mensuales, trimestrales e incluso semestrales.



La cuota incluye parte del capital que se amortiza y los intereses correspondientes.
Desde este punto de vista se pueden distinguir entre:



Cuota constante:

Ésta es la más frecuente y consiste en que el importe de los
intereses se va reduciendo en una cuantía proporcional a la amortización
del capital.



Cuota creciente:

En este caso, la cuota va aumentando cada año un porcentaje prefijado.
Tiene la ventaja de que se paga menos al principio pero, lógicamente,
la carga aumenta en el futuro. Su inconveniente es que se pagan más
intereses.



Cuota decreciente:

Justamente lo contrario. Se amortiza siempre la misma cantidad de capital
de forma que los intereses se van reduciendo progresivamente y el total a
pagar va descendiendo. El inconveniente es que al principio se paga más.



También se puede establecer un periodo de carencia. Se denomina así
al periodo en el que el titular del préstamo sólo paga intereses
y no amortiza capital. Se suele ofrecer por un plazo corto -uno o dos años-
al iniciarse la operación con el fin de hacer más cómodo
el pago inicial del préstamo.



Consulte con su entidad para elegir la cuota
que le resulte más cómoda y no olvide que en el caso de los
préstamos a tipo variable, la cuota se va ajustando a medida que se
revisa el interés.

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